sábado, 16 de abril de 2016

Querido Agosto

''Llegas a Yeste, estás en tu casa''.  Agosto. Esa felicidad que te inunda al saber que pasarás prácticamente todo el mes, que no vas a pasar tan solo un fin de semana como tradiciones, como carnavales, que has llegado para quedarte -y a veces, para no querer irte nunca de ahí-. El primer contacto con el pueblo. Esa llamada que haces a quien más quieres ver. Ese grupo de whatsapp de la peña que empieza a echar humo de planes que hay por hacer. Los días enteros en la piscina del pueblo. Los días de Tus. Los viajes al río. Los paseos de noche por todo el pueblo. Las tardes de pipas y cerveza.

Mitad de agosto. Preparativos de peña, de local, de bebida, de comida, de limpieza, de turnos. Estrés. La Bajada que se acerca. El cosquilleo de ponerte tras un año de espera, la camiseta de tu peña. El primer cubata de la noche, pero nunca el último. La vuelta de ''vamos a ver a la gente de las peñas'' que oculta un ''vámonos que quiero verlo''. Cubatas a los que te invitan, cubatas que tiras, que bebes de trago, que bebes a embudo. Las noches largas que parece que no van a acabar pero que se te pasan como dos horas. Últimos cubatas en el monte esperando al Santo, otros se deciden ya por cerveza. El Santo que ya llega, La Banda que estalla y la alegría que indica que han empezado los 15 mejores días del año.

Las resacas del día de después que contrarrestas con otra borrachera esa misma noche. Los días previos a las fiestas. Esas noches de peña, de cerveza e intimidades. Esas noches jugando a las cartas, al kiriki, a cualquier cosa que mate el tiempo. El '' esta noche de tranquis que mañana son las migas'' que nadie se cree. El acabar 30 personas en una peña, el bailar como si de una discoteca se tratase, como si no tuviésemos límites, ni fines. Y es que, esos días, no hay límites, hay locuras.

Las migas que haces mientras te tomas una cerveza o cubata sin saber como tu cuerpo aguanta más. El concurso que siempre lo ganan los mismos. El desencajonamiento. El sueño de después. 

Llano Majano. Mi día favorito  y el de otros muchos. Tu peor ropa, nuestras mejores ganas. La cuerva que cada año sabe de una manera. La sandía. El vino. El agua. Sin maquillajes, somos verdaderamente naturales durante unas horas. Esa noche. Los vestidos, faldas, tacones, cuñas y camisas que no faltan. 
El sentir que las fiestas se están pasando muy rápido, el miedo de que acaben demasiado pronto.

La Diana que nos despierta a muchos, aunque a mí, particularmente me indica que quizás es hora de recogerme ya. La emoción del primer encierro. La espera del primer petardo. El grito en mi casa en la escalera ''EL PRIMERO!!!!!'. Primos bajando corriendo a desayunar, otros que siguen durmiendo hasta el último momento. La familia. Las charlas en el baño, en la cocina, en el jardín entre primos. La música que resuena desde el almacén de la casa. El trozo de queso de la una de la tarde. El vermú. Las casas llenas de gente y el pueblo lleno de vida. El encierro que pasa, la vaca de después, el sol que te quema la cabeza. Las caras de '' qué dura fue la noche''. Las gafas de sol que no pueden fallar. Siestas que son el único momento del día para dormir. La vaca de la tarde. La Banda que nos ameniza las horas. La gran noche, La Romería. Camiseta o polo de peña, botella de gin lemon, sudadera y gafas de sol. Que empiece el show.La subida, los fuegos artificiales, las hogueras, el Santo bailando entre gente.  El artista que nunca gusta. La verbena de después que nos lleva al éxtasis. El amanecer en la Ermita y la hora de bajar. Siguiente encierro, vaca, noche, encierro, vaca, noche, encierro, vaca, noche... Las Fiestas que se acaban. La última noche de reflexión en tu peña, lo bueno que ha pasado, lo malo que hay que cambiar, la tristeza de saber que mañana no quedará nada. 

Y se acaba el mes, con la esperanza de que este nuevo año que nos espera pase rápido, porque aunque nos quede la Feria de Albacete, Tradiciones, Navidades, Carnavales, Semana Santa; nada se puede comparar a lo que Agosto en Yeste nos provoca a todos y cada uno de nosotros. 


Querido Agosto... llega ya.

miércoles, 13 de abril de 2016

Recordar


Recordar

A veces es necesario volver al pasado, y no es malo si lo haces para recordar el porqué de este presente y no de otro. Y yo recuerdo nuestro primer cruce de pensamientos, y digo pensamientos porque estos van ligados siempre a una mirada. La que me echaste. La que te eché. Y es que, verdaderamente lo primero que a ambos se nos cruzó fue una tormenta de ideas. Mi cabeza llena de intriga. La tuya llena de emoción y juego. Ambas llenas de un ''¿qué será lo que pasará?''.

Hay que volver a ese principio. Nuestro principio. Un par de besos robados, pero que en el fondo no son tan robados -pero es lo que tenía que parecer-. La primera conversación juntos borrachos. La primera cuerdos. La primera noche a escondidas. La primera de darnos la mano delante de todos. La primera discusión, pero nunca la última. El primer miedo que más aterroriza. El primer 'te quiero', pero nunca el último. Los primeros buenos días y las primeras buenas noches. Las primeras veces del sexo en la cama. Las primeras veces del sexo fuera de ella. El primer despertar juntos. La primera noche en vela. La primera cena a solas. La primera comida 'en familia'. Los primeros nervios antes del sí.

Recuerdo y te recuerdo.
Sonrío y me sonrío.
Me recuerdas y me sonríes.
Me alegras el día con una sola frase.
Conviertes lo negativo en positivo.
Y sabes quererme a tu manera.
Y haces que me quiera a la mía.

martes, 8 de marzo de 2016

La coincidencia de unir dos cuerpos separados por tierra

Tú y yo somos dos puntos en el mapa,
somos dos vértices, dos polos que no son opuestos;
pero, aun así, vencemos la gravedad, y lo hacemos cada día.
Sobrepasamos los baches que tú, Vida, nos impones.
Tienes envidia, Vida, tienes mal corazón al pensar que,
creando dos cuerpos separados por tierra, conseguirás distanciarlos.
Perdiste, Vida, perdiste al crear estos cuerpos. 
Los hiciste de fuego, de titanio, de diamante. 
Los hiciste de las rocas más fuertes, de los árboles más altos,
de los ríos con más agua, y los hiciste de valentía,
pero, sobre todo, los hiciste de amor.

Nosotros somos. Nosotros somos juntos. 
Nosotros somos por separado pero juntos.
Nosotros somos dos manos que se echan, 
la una a la otra cuando es necesario.
Nosotros somos fuerza, coraje, pasión,
voluntad.
Nosotros somos ganas de querernos, 
ganas de amarnos, de echarnos de menos.
Nosotros somos lo que tú nos has hecho.
Nos has hecho por separado pero para acabar juntos.

Tú, Vida, Tú has perdido. Y yo, Vida, Yo lo he ganado.