miércoles, 10 de diciembre de 2014

Ser

Me gusta hacer el tonto, no parar de sonreír y decir muchas tonterías. Me encantan las sorpresas, darlas, recibirlas, es igual; me encantan los detalles, darlos y recibirlos. Me gusta hacer tanto sorpresas como detalles sin esperar nada a cambio, porque no hay mejor regalo de vuelta que las sonrisas que se te ponen cada vez que me ves aparecer por sorpresa o doblar la esquina. Soy muy de lo tradicional, de las cenas románticas, de las películas en la cama, de tardes de series, de leer, de escribir, de no hacer nada durante un día entero, de moverme de la cama al sofá. Soy de querer a quien tengo en mi vida, a mi familia, a mis amigos, y, ahora también estás tú en esta lista. Es bonito querer verte y tener ganas de estar contigo, querer a una persona y sentirte querido por ella; pero, eso no implica que al mismo tiempo sienta miedo, a sentir y a cuando no estés.
Recuerdo cuando solía engañarme a mi misma pensando que no te quería, que tan solo 'te apreciaba', ¡qué ingenua y qué tonta! Y, ¡qué curioso como cambia todo! Ahora lo que no paro de hacer es decirte lo mucho que te quiero, las ganas que no faltan siempre para verte y de embobarme cada vez que me sonríes o me miras como tú sabes, porque hay miradas que no necesitan estar acompañadas de palabras, sino de una sonrisa por mi parte mientras te digo entre risas: '¿qué miras?¡qué me da vergüenza!' Irónico lo mucho que discutíamos antes de querernos bien, bonito el pensar que siempre llega todo. Pero, a pesar de no haber dejado de hablar finalmente de ti, ante todo, soy de sorpresas y detalles,pero también soy de ti y de nosotros.

martes, 14 de octubre de 2014

Soy la tonta que consigue todo lo que quiere

Llega un día en el que tus palabras necesitan ser escuchadas y en el que el silencio tiene que ser secundario. Llega la noche en la que la persona más insegura que conocías, tú misma, se decide, una de las pocas veces, a decir todo lo que tiene que decir. Cogió valor, fuerzas y, aunque suene raro, nada de alcohol estaba permitido aquella noche, bueno miento... pero la historia no es esa esta vez.
Habló, se mostró tal y como era y dijo tal  y como sentía las cosas y apostó por lo que quería. Arriesgó, arriesgó a todo o a nada, al amor o al desamor y a las 02.32 de esa madrugada supo que arriesgar de vez en cuando no está tan mal.
Y ganó, lo ganó a él después de un año. Y no se arrepiente de haberlo hecho, de haber dicho aquella noche lo que había callado durante tanto tiempo, por eso, cuando me dices:''que tonta que eres'' mientras te ríes, yo te respondo:''pero soy la tonta que consigue todo lo que quiere''.

domingo, 27 de abril de 2014

No se que tienes, pero lo tenías y lo tienes.

''Y mi razón se convirtió en buscarte entre las calles, en los parques, tiendas, bares; en sonrisas y destellos de cristal. Quien siguió la consiguió'' y qué mejor manera que empezar escribiendo sobre ti de esta manera, comiéndote a besos. Moreno, alto y ojos de un tono marrón verdoso. Atendiendo a esta descripción, cualquiera pensaría que se trata de un chico de revista, un chico que te cruzas por la calle y te quedas mirando hasta que desaparece por la esquina. Te equivocas, pero yo no lo hice. Las apariencias engañan y, ¡vaya!, a mi me engañaron. Él no destacaba el día en que lo conocí, aunque quizás nos conocíamos de hace mucho, destacaban sus amigos. Ella no destacaba nunca, a pesar de esa sonrisa que tenía en la boca que competía con todo lo que encontraba a su paso, destacaban sus amigas. Él no te ganaba con el físico, te ganaba con los actos. No era de decir lo que sentía, pero lo demostraba. Quizás no lo decía por miedo, por orgullo, pero eran sus actos los que lo delataban.
''Y me contó que conocía a otras, pero que querer acostarse con una mujer no es lo mismo que querer despertarse con ella. Porque hay chicas que te alegran la piel, pero no el corazón''. Y yo le alegraba el corazón. Y para que decir más si está todo dicho: él no era el típico chico que te entraba por los ojos, pero a mi me entró hasta el alma.

lunes, 6 de enero de 2014

'Don't believe in love, it hurts.' o eso dicen..

Y dicen que no creamos en el amor: que duele, que siempre acaba, que quizás es una pérdida de tiempo, una tontería. Fíjate tú, ¡qué curioso!, que esa 'pérdida de tiempo o esa 'tontería' te hace vivir. ¿De qué ilusión vamos a vivir si no es la del amor? Porque cuando vas a salir a la calle y sabes que vas a verlo, ¿quién no se arregla un poquito más o se preocupa de si va guapa o no? ¿Por qué tiemblas de pies a cabeza al verlo aparecer a lo lejos? ¿Y esos nervios y el no saber que hacer cuando se acerca a hablar contigo?, ¿es eso o no es una ilusión? Y si todo eso es cierto, que yo por experiencia aunque tenga poca juraría que lo es, yo vivo por eso y se que no soy la única. Esa felicidad cuando le pillas mirándote, cuando lo ves de reojo y ves que no aparta la vista de ti ni un momento, cuando sabes que está ahí. Esa felicidad que aumenta cuando lo ves entrar en el sitio donde tú estás. Pero es que, imagina la felicidad que te da solo de verlo y de que te eche unas miraditas, imagina cuando se acerca a ti, cuando lo ves en dirección tuya y solo tuya y tú te quedas tan solo esperando su llegada con el corazón a mil y las piernas temblando. ¿Y todos estos sentimientos y sensaciones que sientes son tonterías? La respuesta es clara. Y cuando la cosa no se queda en unas simples miradas o saludos y va más, es cuando las mariposillas o lo que sea que tengamos dentro empiezan a aparecer. ¡Qué mayor felicidad saber que está contigo y que es contigo con quien quiere estar! Que es a ti a la que no le quita el ojo de encima, a quien controla desde lejos cada movimiento. Ay chico, que aunque tú lo niegues a tus amigotes e intentes hacerlo contigo mismo, no te engañes, te importa y la quieres. Y quizás te fastidie que esa sea la verdad, que la chica a la que al principio solo mirabas y le habías echado el ojo para un rato ahora es por la que no puedes parar de pensar. Pero tú sigue con esas intenciones de no querer aceptar la realidad, que ella está exactamente igual que tú, que ninguno de los dos sentís nada por el otro, que ninguno de los dos os miráis cada dos por tres para ver donde está el otro, que a ninguno de dos le encanta cuando estáis juntos, que al final, os perderéis. No lo intentéis,no, ¿para qué?, no vaya ser que salga bien la cosa y seáis felices, no vaya ser que pase eso y tengamos una catástrofe mundial. Que ella está deseando verte, que te acerques a hablar con ella, que le des un beso y que estéis los dos como si no hubiera nada más. Que tú estás igual, esperando a verla, viendo cómo y cuándo acercarte a decirle algo porque sabes que ella no se acercará, porque la conoces y sabes como es y sabes que es la persona más orgullosa que te habías echado a la cara nunca y en parte por eso también te encanta, que estás deseando robarle un beso más y pasar con ella otra noche más. Que no os decís la verdad de lo que sentís porque os da miedo, pero sentís y sentís mas que nada y por más que nadie y os lo calláis. Y ella sigue esperándote y todavía no sabe el porqué de hacerlo y tú sigues esperándola sin saber el motivo, pero lo haces. Pero que eh, 'don't believe in love, it hurts'..